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Vamos a empezar una nueva sección de análisis. Los equipos favoritos para las grandes competiciones, sus claves y por qué están en el grupo de los elegidos. Hoy voy a empezar con la Champions League, y con el que para mi es el gran favorito junto a los clubes españoles y los ingleses para ganar la orejona: el Bayern de Munich, un equipo muy completo.

El artículo lo encabeza Mario Gómez, ariete del equipo, pero la podría encabezar cualquiera de sus múltiples jugadores de ataque. Porque aunque en nuestra cabeza los equipos alemanes son defensivos, rara vez se da esa casuística en los últimos años. No lo era el Schalke de Raúl del año pasado, ni el Werder Bremen de Diego y Özil, ni el Borussia de Dortmund de Sahin. Pero el Bayern es el ataque a la máxima potencia.

Empecemos por el hispano-alemán de arriba. Mario Gómez (de familia granadina) es un cazagoles, un delantero de los de toda la vida, un puro 9, pero con más movilidad. No es especialmente rápido pero lo compensa con un olfato de cara al remate que es ya bueno, pero que se le antoja mejor si cabe en un futuro. Un seguro arriba.

Lo que mejor tiene es que está surtido de balones por todos lados, pero tal vez los más playmaker sean los de alas, los mejores jugadores (teóricamente) de este Bayern de Munich: Ribéry y Robben. El fránces y el holandés son jugadores muy parecidos en una cosa: el desborde, pero muy distintos en la forma de alcanzarlo. Mientras que Arjen es sutileza, Franck es energía pura. Una gacela y un caballo. A Caracortada empieza a hacérsele pequeño el equipo bávaro (incomprensiblemente) pero parece que lo están apaciguando y esos cantos de sirena provenientes de lo desconocido este verano parece que ya no resuenan en la cabeza del de Boulogne-sur-Mer. El holandés, por contra, está muy a gusto en la capital de la cerveza. Y no por el preciado néctar si no porque le están respetando las lesiones, no como en Madrid y cuando este chico de cristal no se rompe es más peligroso que Eto’o en una rueda de prensa. Ambos le dan el plus de calidad al Bayern, y hoy por hoy le hacen un equipo distinto.

Pero aquí viene el que para mi es la verdadera clave de este gran equipo: Thomas Müller. El jovén teutón es un llegador de extrema calidad, muy al estilo inglés (donde por cierto se saldría, no como Ballack) con un gran remate y un gran sentido de la carrera necesaria. Sabe acompañar las jugadas como el que más y defiende cuando tiene que hacerlo. Es un gran jugador y tiene gran parte de culpa de que el Bayern haya vuelto a la más alta élite. Tanto que hasta el mítico Gerd “Torpedo” Müller le ha “permitido” heredar el 13 en la selección alemana, eso sí que es un reconocimiento, pese a ser de tan distinta clase de jugadores.

Junto a él suele jugar Toni Kroos, un genial volante ofensivo de 21 años, que cada vez aporta más al equipo e incluso con goles. Y por supuesto, el gran Schweinsteiger. Un jugador que siempre que le veo pienso “qué bueno es pero creo que podría ser mejor” y no creo que me equivoque. Mucho más completo que Effenberg, pero no termina de creérselo. Es una especie de Guti en ese sentido, y siempre creo que un año terminará de explotar y callará muchos estadios.

Atrás tienen bastantes opciones: Luis Gustavo (que puede jugar como pivote defensivo o como central), Boateng (que está rindiendo a gran nivel), Van Buyten (defensa experto y de tarascada fácil, tiene que haber al menos uno jugando con los bávaros), el joven Badstuber (un defensa de garantías y que será clave en el futuro), Lahm (uno de los mejores laterales ofensivos del mundo) y Rafinha (del mismo corte). Tal vez le falta profundidad en el banquillo, pero la cantera alemana ya se sabe cómo es, de repente te sacan un jugadorazo y ni te has dado cuenta.

Y por último, y no por ello menos importante: el portero. Manuel Neuer, nombrado mejor portero de Europa el año pasado por sus partidazos en la portería del Schalke 04, ha sido el fichaje de campanillas. De momento su rendimiento está siendo más que bueno, están muy contentos en Munich con el joven portero. Manu puede ser la respuesta a la pregunta eterna del Bayern: “¿Y después de Kahn, qué?”

Todas estas son las armas con las que cuenta Jupp Heynckes para agradar cada dos semanas a la parroquia del Allianz Arena. No es moco de pavo lo que tiene entre manos el ex entrenador de Real Madrid y Athletic. Con todo esto, va a por la Champions League, y cuidado, porque la puede conseguir. Y no es ninguna broma.

Categorías: Champions, Internacional

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