Creemos que el Mirandés se merece un homenaje por nuestra parte por el coraje demostrado a lo largo de toda esta Copa del Rey (hasta el último momento). Ayer el Athletic se clasificó a su 36ª final de Copa (felicidades) a su costa, pero nos deja una gesta para el recuerdo.

El Mirandés ayer se despidió de la competición copera y pese a lo abultado del marcador (6-2), se fue por la puerta grande.

No muchos equipos de Segunda B pueden decir que han llegado a 1/4 de esta competición (tan sólo 4), no muchos equipos de Segunda B pueden decir que han llegado a las semifinales de Copa (sólo el Figueres y el Mirandés), y desde luego sólo un equipo de esta categoría puede decir que ha eliminado a tres equipos de la máxima categoría y cae ante el cuarto, el Athletic, con honor. Cierto es que si el Mirandés tenía que caer en algún campo (que no fuera Anduva), ellos preferirían caer en San Mamés.

El partido de ayer fue un mazazo desde el principio, con un Athletic jugando como los ángeles y que ya ganaba 3-0 a los 22 minutos de juego. Pero el Mirandés no se rindió, y tras el descanso, quiso pelear (amén de los destellos de calidad que vimos en la primera parte) y vaya que sí lo hizo. Primero Aitor Blanco recortaba distancias, luego Pablo Infante y Lambarri lo intentaron (y casi consiguen el 3-2). Después Llorente puso orden con 2 goles y parecía que ahí se acababa todo, pero no, siguieron atacando, hasta la extenuación, hasta el pitido final, esa era la consigna.

De esta guisa consiguieron otro gol de Aitor Blanco (la jugada resume a la perfección el coraje de los burgaleses a lo largo de toda la competición) y estrellaron otro balón en la madera (no sin antes recibir otro gol, en propia de Caneda esta vez).

El árbitro pitó el final del partido, y con este el final de una aventura épica, pero difícilmente se nos olvidará la gesta de un equipo sin complejos, capitaneados por un tal Pablo Infante, que eliminó a Villarreal, Racing y Espanyol y que le plantó cara a todo un señor Athletic.

Gracias por una lección de coraje, de competitividad, de valores deportivos y de honor. ¡Aupa Mirandés!

PD: Me reitero en mi felicitación al Athletic, con la directa puesta a ganar su 25ª Copa y volver a ser el Rey de Copas.