Esta temporada parece ser la temporada de Karim Benzema. El delantero francés lo está demostrando sin titubeo alguno en cada partido con la elástica merengue. Sin duda alguna Benzema, aquel que hasta hace no mucho era criticado por la afición madridista, ha encontrado su sitio en el equipo y se ha adaptado fielmente al sistema de Mourinho.

Karim llegaba al Real Madrid hace dos temporadas. Por aquel entonces, en la 2009-2011, el delantero francés se había convertido en la apuesta de Florentino Pérez. En aquel verano este había tenido la posibilidad de contratar a otros delanteros de más peso y renombre como David Villa, pero, Florentino, no lo dudó y puso toda la carne en el asador para contratar a aquel joven francés que despuntaba en el Olympique de Lyon.

Su primera temporada pasaría sin pena ni gloria entre los recuerdos de los madridistas. Benzema salía al terreno de juego y no ilusionaba, no demostraba mucho olfato de cara al gol y no compenetraba a la perfección con el juego del equipo. Pellegrini, entrenador del Madrid por aquel entonces, no consiguió dar en la tecla acertada para explotar las virtudes de este jugador. Con la llegada de Mourinho al equipo blanco en la siguiente temporada, se tenía la ilusión de que Benzema explotaría durante ese curso, gracias sobre todo, a la característica del entrenador portugués de crear estrellas en el terreno juego. En la primera mitad de temporada, el técnico luso apostó en gran parte por el delantero francés, pero este, seguía sin demostrar todo su potencial, lo que terminó colmando la paciencia de Mou y así, Higuaín, como ya pasó en la anterior temporada, volvería a ser la referencia en el ataque blanco. Pero un hecho cambiaría el rumbo en la trayectoria del francés en el equipo merengue. Higuaín sufriría una hernia discal, tendría que ser intervenido, y se perdería toda la segunda mitad de temporada con el Real Madrid. El equipo merengue se vió en la obligación de fichar en el mercado invernal, para tener delanteros de sobra en el conjunto. De esta manera, llegaba Adebayor a las filas merengues. Los primeros partidos del togolés no entusiasmaron a Mourinho y este tuvo que empezar a confiar, sí o sí en Karim, no le quedaba otra. El técnico portugués, junto a su equipo técnico, ideó un plan que hasta el momento ha funcionado a la perfección con el delantero francés. El plan no fue otra cosa que recuperar dos partes esenciales en cualquier futbolista, su tono físico, Karim al principio no estaba en su peso ideal y su resistencia no era la deseada, y su estado anímico, el francés en su año y medio en el equipo merengue estaba algo perdido, sin encontrar su lugar y eso le mermaba. Todo esto, mezclado con la confianza que le dan los minutos y los partidos a un jugador, hizo que Karim fuera creciendo paso a paso y terminara cosechando un gran final en la anterior temporada. El delantero francés estaba en la senda perfecta para convertirse en un gran delantero.

Y la conversión total de Benzema ha llegado en esta temporada. Aquel jugador que en sus primeros momentos con la camiseta merengue se encontraba perdido en el campo, no estaba nada activo y se ganó el calificativo, por parte de la prensa deportiva, de “el empané”, ha demostrado durante esta temporada que aquello ya forma parte del pasado, que aquello fue culpa de la inocencia de un joven chaval de 19 años que dejaba la ciudad que le vio nacer para meterse dentro de un equipo histórico, demasiada presión para él por aquel entonces. Pero hoy en día, el francés ha conseguido sacudirse la presión. Es un jugador que se le nota feliz y a gusto dentro del equipo. El delantero francés se ha hecho así mismo gracias a la gran labor técnica de Mou que ha sabido exprimir todos los recursos y virtudes que este jugador posee. Ahora ver a Benzema en el campo es ver a un jugador con garra, un jugador que disfruta con el juego del equipo, un jugador que baja a recibir el balón y se muestra para colaborar en las jugadas del equipo, asistiendo y elaborando jugadas, un jugador que no titubea ya de cara a puerta y dispara siempre que ve segura una ocasión, un jugador, que gracias, sobre todo a que ya juega sin presión alguna y con toda la confianza, se saca recursos técnicos de lo más variopintos ganándose los aplausos de la grada, y un jugador, que como los grandes delanteros, tiene gol y mucho gol. En la actual temporada Benzema lleva ya 17 goles, 9 de ellos en Liga. En su último partido, contra el Granada, demostró a la perfección en el jugador que se ha convertido. Hizo quizás, uno de los mejores partidos vistiendo la camiseta merengue. Mourinho, por fin, tiene el delantero que deseaba. Un killer del área con la ausencia de ese egoísmo tan característico de todo “9″ ¿Qué más se puede pedir?