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Dani Bolos

El Real Madrid consiguió anoche en el Palau Sant Jordi de Barcelona la Copa del Rey de Baloncesto tras derrotar al Regal Barça 74 – 91 en un partido intenso y emocionante. De esta manera el equipo dirigido por Pablo Laso pone fin a una sequía de 19 años sin saborear la miel de este trofeo.

La victoria de los madridistas hizo justicia a un partido bien planteado, luchado de principio a fin y en el que supieron gestionar su juego. Los de Laso dominaron el encuentro desde el inicio cuando comenzó anotando Sergio Llull en el primer minuto de partido. Desde este momento, los madridistas no pararon de imponer un juego intenso y físico que impidió al Regal Barça durante todo el encuentro ponerse por encima en el marcador. El dominio blanco fue total para desesperación de los culés.

Dicho dominio vino como consecuencia de una gran estrategia defensiva desarrollada por los madridistas. El Real Madrid no dejó de presionar en zona a los jugadores del Regal Barça. En ocasiones, eran hasta tres jugadores madridistas los que atosigaban al atacante culé. Esto, junto con una gran movilidad en la estrategia defensiva y un ataque demoledor del Real Madrid, hizo que el juego del Regal Barça se viera ahogado y fueran perdiendo ocasión tras ocasión. Cabe destacar también que los jugadores barcelonistas no andaban con su mejor día en cuanto a puntería se refiere. Que un gran anotador como es Lorbek sólo llevara 2 puntos anotados al finalizar el primer cuarto y que Navarro no brillara como en otras ocasiones dice mucho de la incapacidad azulgrana en la noche de ayer. De esta manera se llegaba al final de la primera parte con un marcador de 33 – 42 favorable a los madridistas y con unos parciales de 17-22 en el primer cuarto y de 16-20 en el segundo.

Tras la reanudación del encuentro se vio sin duda alguna el mejor cuarto de todo el partido en cuanto a intensidad y emoción se refiere. El Real Madrid seguía con la máquina bien engrasada y con sus piezas bien ajustadas y el Regal Barça salía de los vestuarios con la idea en la cabeza de que el partido se estaba disputando en su casa, el Palau Sant Jordi, y tenían que impedir a toda costa que el máximo rival les dejara en la lona. En este tercer cuarto apareció “la bomba” Navarro, despertó de su letargo y junto a un Loberk que parecía resucitado y un portento como Ndong, el Regal Barça comenzó a desarrollar su juego y a poner en aprietos al Real Madrid. Tanto es así, que a mitad de este tercer cuarto, los de Xavi Pascual se colocaban a tan sólo un punto de los madridistas. Los nervios comenzaban a aflorar en el conjunto madrileño. Por la mente de los jugadores merengues volvía a revolotear aquellos amargos recuerdos del año pasado y de tantos otros años en que los culés se alzaron con la victoria y con la Copa. Estos pensamientos en forma de pequeñas pesadillas hicieron encenderse las alarmas en las filas del Real Madrid y la chispa saltó para prender la mecha que ocasionaría la traca final. Los artificieros no eran nada más y nada menos que un incombustible Sergio Llull, que destacó durante todo el partido, y un dandy como es Jaycee Carroll. El resto del equipo sujetaba la mecha mientras que esta pareja letal se dedicaba a enlazar un triple tras otro y a sacarse juagadas de debajo de la manga cual profesional de la magia. Fue así, que en el último cuarto del encuentro, los jugadores del Regal Barça ya no sabían por donde les venían los golpes. El Real Madrid, junto a las genialidades de Llull y Carroll, abría la brecha en el marcador y lograba situarse en algunos minutos del último cuarto 20 puntos arriba. Las caras de los aficionados culés comenzaban a palidecer. Algunos incluso no querían seguir presenciando en su estadio una broma tan pesada y decidían tomar el camino hacia las salidas del estadio. El último cuarto llegaba a su final con el resultado de 74 – 91 favorable al Real Madrid.

Este triunfo madridista sólo responde a unos números incontestables durante todo el encuentro que llevaron al equipo de Laso a conseguir un 64% de tiros de 2 frente al 44% del Regal Barça; un 47% de acierto en triples frente al 35% de los culés; y un 89% de aciertos en tiros libres de los madridistas por un 80% de los barcelonistas. Un dominio absoluto. Esto, junto con unas cifras demoledoras de anotaciones de Carroll (22 puntos) y Llull (23 puntos), el cual fue nombrado MVP del partido,  hicieron del Real Madrid una auténtica apisonadora para el Regal Barça.

De esta manera, el Real Madrid no sólo logró una nueva Copa del Rey, sino también desempatar en número de trofeos frente al Barça y convertirse así en el nuevo “Rey de Copas” del baloncesto español.

 Imagen: as.com

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