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Dani Bolos

El primer acto de las semifinales de la Europa League ha finalizado y los equipos españoles han tenido suerte dispar. Por un lado el Atlético en el duelo fraticida contra el Valencia ha salido vencedor (en el mejor partido que se les recuerda) y el Athletic ha perdido en su visita a Lisboa, pero nada está perdido…

Atlético de Madrid 4 – 2 Valencia

Empecemos por el duelo del Calderón. El Atlético tomó la medida al partido desde el inicio. Salió enchufado, con muchísimas ganas y con la idea de llevarse esta eliminatoria y plantarse en la final de Bucarest. El equipo del “Cholo” Simeone presionó al Valencia desde el comienzo del encuentro. Los rojiblancos jugaban en casa y tenían que aprovechar el factor campo. Los de Emery, perdidos en un mar de dudas, sin elaboración en el centro el campo, sin intensidad en el juego, vieron como poco a poco la fé rojiblanca y la pasión colchonera les fue comiendo terreno, ahogando sus mínimas posibilidades y dejándolos a merced de las jugadas del Atleti. En una de ellas, Arda Turán (que realizó un grandísimo partido) se llevó el balón hasta la línea de fondo, pasó hacia atrás, buscando el pase de la muerte, con la fortuna de que el balón golpeó en un defensor ché, el rechace lo recogió Falcao en forma de cabezazo y lo depositó, ajustado al palo, en el fondo de las mallas. El movimiento que hizo “El Tigre” para dirigir el balón al punto exacto es para deleitarse a cámara lenta. Otra genialidad más del colombiano que está en progresiva mejora en el conjunto colchonero. El resto de la primera parte siguió siendo de dominio atlético.

El conjunto del Manzanares controlaba el centro del campo gracias al buen juego que elaboraron anoche tanto Diego como Turán. Esto, unido a la garra de Falcao y a la velocidad impuesta por Adrián hacían que el Valencia estuviera fuera de juego gran parte del tiempo. Pero el conjunto ché vería un rayo de luz al filo del descanso. Rami remataba de cabeza tras el saque de esquina y el cabezazo lo recogía Jonas para introducirlo en la portería y poner las tablas en el marcador. El empate llegaba tres minutos después de haberse cumplido los 45 minutos reglamentarios sin que se hubiera indicado prolongación alguna por parte del equipo arbitral, razón por la cual la afición colchonera se quejó intensamente de la acción arbitral. Con el resultado del 1-1 los jugadores se retiraban a los vestuarios.

Tras la reanudación, el Atleti salió con las mismas ganas que en el inicio de la primera parte. Los colchoneros iban enlazando jugadas, con buen toque, como hacía tiempo que no se veía jugar al equipo. Se nota que “El Cholo” le ha dado nuevos aires a este equipo y les ha hecho creer en sus posibilidades. Con todo el Atleti yendo a por el gol, Diego, sacó una falta con un golpeó bombeado que se coló en el centro del área para que apareciera Miranda y cabeceara a placer batiendo a Diego Alves y poniendo al Atleti arriba en el marcador. La hinchada atlética estallaba de emoción y animaba cada vez con más fervor con el contagio que los jugadores estaban dando a la grada.

Anoche el Calderón era una auténtica bombonera. Con la fiesta instalada en la grada el espectáculo seguía desarrollándose en el cesped. El Valencia lo intentaba pero la ineficacia en el conjunto de Emery era absoluta. Para poner un ejemplo, Soldado casi no olió anoche el balón en todo el encuentro. Mientras tanto, el Atleti seguía a lo suyo. En una de tantas, Adrián cogió el balón y con un sprint tremendo dejaba en evidencia a Victor Ruíz y con el interior de su derecha colocaba el balón ajustado al palo izquierdo dónde Diego Alvés tan sólo pudo rozarlo sin impedir que el tanto subiera al marcador. El Atleti se estaba gustando en su juego y poco a poco iba sentenciando la eliminatorio. Al Valencia le comenzaban a entrar los sudores y lo peor de todo es que esto no había acabado. Al Atleti le faltaba poner la guinda al partido y quien mejor que Falcao para colocarla encima del pastel. El colombiano recogió el balón, encaró el área, se frenó, dejó paralizado a Mathieu, hizo un quiebro a su izquierda, amagó, se deshizo de Víctor Ruiz, armó su pierna izquierda y lanzó un latigazo a la misma escuadra de la portería de Alves.

Tremendo golazo de “El Tigre” que enloqueció a la grada del Calderón que se pusó a ovacionar a su estrella en forma de cánticos. El tremendo puñetazo que estaba dando el Atleti encima de la mesa quedó levemente minorizado con el gol que consiguió el Valencia en el descuento gracias a Ricardo Costa. Finalmente se llegaba a la culminación del encuentro con el resultado de 4-2. Un resultado bastante favorable para los cholchoneros pero que deja a los valencianistas aun con la ilusión de remontar en Mestalla.

Sporting de Lisboa 2 – 1 Athletic de Bilbao

El otro encuentro de la jornada enfrentaba en el estadio José Alvalade al Sporting de Lisboa contra el Athletic de Bilbao. Los bilbaínos sufrieron de lo lindo en el estadio lisboeta y el resultado de 2-1 resultó ser al final positivo para los vascos tal y como se desarrolló el encuentro. El equipo de Sa Pinto salió con las garras fuera y aprovecharon la empanada monumental que tenían los bilbaínos anoche. El equipo lisboeta era dueño y señor del dominio del balón y ya en los primeros minutos puso en sobreaviso a Iraizoz. Un tremendo disparó de Insúa hizo estirarse al guardameta bilbaino para despejar el balón lejos de la portería bilbaína. Pero la amenaza volvía a la portería del conjunto vasco minutos después.

Esta vez era Van Wolfswinkel quien daba un serio aviso al lanzar un disparo ajustado al palo que se fue fuera por muy poco. No era el día de los bilbainos. No conseguían enlazar las jugadas y totalmente desdibujados y con un juego muy pobre apenas producían ocasiones. Tras el comienzo intenso por parte del equipo lisboeta, su fondo físico se vió algo mermado y esto fue aprovechado por el Athletic para echarse más arriba e intentar crear cierto peligro cerca de la meta del Sporting. El primer aviso llegaría en forma de cabezazo de Llorente tras un saque de esquina. Debido a esto los portugueses montaron una táctica más defensiva, quitando hombres del medio del campo, con el temor de recibir un gol en contra. Pero no era la noche del Athletic y el conjunto bilbaíno, aun teniendo más espacios en el centro del campo, no conseguía hilvanar jugada alguna. Con el resultado de 0-0 se llegaba al descanso.

El comienzo de la segunda parte parecía un calco del primer tiempo. El Athletic se veía incapaz de elaborar juego alguno, mientras que los lisboetas conseguían seguir dominando el encuentro y jugando a placer en el centro del campo. Pero las cosas cambiarían a partir del minuto 8 de encuentro. Tras una falta sacada por el conjunto bilbaíno, el balón se dirigió al centró del área portuguesa, y tras un fallo de Insúa, el esférico cayó en forma de rechace en Aurtenetxe quien no dudó para rematar a placer y colocar el 0-1 en el marcador. El estadio portugués enmudecía mientras que los rugidos de los leones resonaban en las gradas lisboetas. Este tanto hizo que el Sporting de Lisboa se echará hacia atrás temeroso de encajar otro gol en casa y poner aun más complicada la eliminatoria. Esto fue aprovechado por el Athletic para aumentar sus ocasiones de peligro. En una de ellas Amorebieta lanzó un tiro seco desde dentro del área que se estrelló contra el palo derecho de Rui Patricio. Este momento dulce de juego por parte del Athletic no duraría mucho. Un cabezazo de Van Wolfswinkel, que se marchó rozando el palo derecho de Iraizoz, daría inicio a la vuelta del dominio portugués. A quince minutos del final del encuentro Insúa remataba de cabeza el esférico tras un tremendo despiste de Susaeta. El balón entraba suavemente en la portería de Iraizoz y el conjunto portugués conseguía empatar el partido.

Sólo cuatro minutos después, Capel, se perfilaba en la frontal del área y lanzaba un disparo duro que batía la meta bilbaína. La remontada lisboeta se hacía efectiva. El resultado podría haber sido ampliado por Carrillo, que lanzó un disparo que se marchó desviado por muy poco. Se llegaba al final del encuentro con el marcador de 2-1, lo que obliga a los de Bielsa a remontar en La Catedral y a plantear el partido de una forma totalmente diferente para hacer frente a los portugueses.

 

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