En la última jornada de La Liga hemos podido comprobar como un Barça en plena forma batía al Atlético de Madrid, hasta entonces su inmediato perseguidor, y conseguía así aumentar su distancia respecto al equipo colchonero en 9 puntos y lograba además, aventajar al Real Madrid, su eterno rival, con una diferencia destacable de 13 puntos. Así, tras este encuentro, “El Cholo” Simeone, ante las preguntas de los periodistas en rueda de prensa, no se cortó al declarar que esta competición es aburrida. Si estuviéramos en tal caso ¿Qué es lo que le haría falta a La Liga para ser más emocionante? Tal vez la solución, estaría en un nuevo sistema de clasificación.

El sistema que actualmente se utiliza en La Liga es un sistema que premia más a las victorias que a los empates, valorando a estos más como una media derrota que como un logro conseguido por los equipos, en muchas ocasiones “in extremis” dentro de los propios encuentros. De esta manera, como ya sabréis de sobra, al ganador se le otorgan los 3 puntos y al que ha conseguido el empate un punto, es decir, menos de la mitad de la puntuación conseguida por una victoria. ¿Es entonces este el sistema más justo? Con él mismo el año pasado el Real Madrid se proclamó Campeón de Liga con récord absoluto en la historia de la misma al lograr los 100 puntos. La tabla clasificatoria quedaba entonces de la siguiente manera.

Como se puede apreciar, Real Madrid y Barça copan las dos primeras posiciones con clara diferencia respecto a su inmediato perseguidor que fue el Valencia y con una distancia entre ambos de 9 puntos. En el resto de la tabla se puede observar que existen pocas diferencias entre los demás equipos y ya hay que irse a la zona baja de la tabla, en el apartado del descenso, para comprobar de nuevo amplias diferencias.

¿Qué sucedería si variáramos el sistema de clasificación? Imaginaros que en vez de otorgar al equipo ganador 3 puntos por cada victoria se le otorgaran 2 puntos y el empate se mantuviera con la misma puntuación de un punto por cada resultado en tablas. Estaríamos ante un sistema de clasificación más equilibrado en donde los empates, los cuales llevan su esfuerzo y trabajo, estarían mejor recompensados que en el actual sistema. De haberse utilizado este sistema en la temporada pasada la clasificación habría quedado así:

Como se puede observar Real Madrid y Barça seguirían dominando la clasificación. Este sistema no cambiaría el bipolio de los merengues y azulgranas pero si que haría que hubiera una lucha dura entre ambos durante todo el transcurso de La Liga y seguramente, si algún equipo consiguiera aguantarles el ritmo, como sucede este año con el Atlético de Madrid, muy seguramente se apuntarían nuevos rivales por la lucha lo que le daría aún más emoción al campeonato. Por otra parte, se puede observar como en la lucha por la Champions League y la Europa League habría variaciones con este nuevo sistema. El Atlético de Madrid se habría clasificado para jugar la fase de entrada a la Champions League y el Osasuna habría cumplido su sueño de estar en la Europa League, sueño por el que tanto luchó la pasada temporada. En la parte baja de la tabla nos encontraríamos con nuevas sorpresas. El  Villarreal, descendido en la pasada temporada, con este nuevo sistema, no sólo no se salvaría, sino que se habría quedado en quincuagésima posición, 3 puestos por encima del descenso aunque como se puede apreciar la lucha por la permanencia habría sido realmente encarnizada en unos encuentros que muy seguramente no estarían faltos de la máxima emoción.

Sin duda alguna este sistema generaría un campeonato aún más emocionante e intenso. Bien es verdad que Barça y Real Madrid seguirían dominando pero les costaría más ampliar diferencias con sus perseguidores lo que se traduciría con más tiempo de incertidumbre por conocer en que puesto acabaría cada equipo y quien lograría copar el primer puesto de la tabla. ¿Que os parecería este sistema? ¿Lo preferís al existente u os quedáis con el vigente?