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Dani Bolos

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El pasado viernes ya os deleitábamos con la primera parte de los goles más míticos del fútbol. En esa ocasión os mostramos aquellos goles del deporte rey, que sin ser de los más famosos, guardaban su espectáculo y belleza futbolística. Hoy os traemos esos goles famosos que jamás podremos olvidar pero que no podemos dejar de ver una y otra vez por lo espectacular de los mismos.

Empezamos con uno que siempre copará todos los tops. Es imposible olvidar el tanto que marcó Diego Maradona (D10S) a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de Fútbol de México 1986. Era el segundo gol que marcaba el astro argentino en el mismo partido, el primero fue aquel famoso de la “mano de Dios”, y era el tanto que encarrilaba el pase a Argentina para las semifinales del Mundial. El crack de la albiceleste tomó el balón a mitad de campo y en una tremenda carrera deshaciéndose de sus rivales lograba anotar en el marcador resolviendo magníficamente. Para disfrutar una y mil veces.

Y si de carreras y galopadas anda el asunto es imposible olvidar la tremenda carrera que se pegó el mítico George Weah en el partido que enfrentaba al A.C Milan contra el Verona el 8 de septiembre del 96 en el que los rossoneros ganaron por 4-1 en San Siro. El delantero liberiano cogió el balón desde su propia área, se plantó en el área rival y con un tremendo cañonazo anotó el gol. Pura historia del fútbol.

Y seguimos con carreras, sprints, galopadas míticas. ¿Quién no recuerda a un joven Ronaldo, recién llegado al Barcelona, que sorprendió a todos con un tremendo golazo contra el Santiago de Compostela? Imposible de olvidar. Pasen y vean.

El siguiente gol también paso a la historia del fútbol. El protagonista Roberto Carlos en un partido del Torneo de Francia de 1997. Una competición amistosa que se disputó para comprobar la viabilidad de las instalaciones francesas en los momentos previos al Mundial 98 que se celebraba en dicho país. El tiro de falta, desde una gran distancia, dejó a Barthez estático y de piedra en la portería sin poder hacer nada para evitar este tremendo disparo con cambio de dirección.

Otro gol que sin duda no podemos olvidar es la tremenda volea que enganchó Zidane en la final de la Copa de Europa que enfrentaba al Real Madrid contra el Bayern Lervekusen y que le daría a los merengues la 9ª Copa de Europa. El protagonista del centro es el del anterior vídeo, Roberto Carlos. La definición de Zidane simplemente es para enmarcar en un cuadro para la posteridad.

No nos podemos olvidar del comienzo de una época histórica para el fútbol español. Me refiero a la Eurocopa 2008. Aquí se produjo el punto de inflexión en el cual, el fútbol español cambió para siempre y abrió una época dorada para el mismo. Tras este genial tanto de Torres, que con sangre fría definió espectacularmente, España logró una nueva Eurocopa y encarrilaría una época de éxitos con un posterior Mundial y otra Eurocopa más para conseguir un preciado triplete. A disfrutar.

Viendo este gol no podemos olvidar otro más importante aún. El tanto de Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica de 2010 contra Holanda tras una jugada en la que un balón a trompicones termina llegando a sus botas para que defina de forma genial. Es curioso ver los detalles de la jugada como el balón va llegando arriba tras diversos errores de Holanda. Las variables estaban a favor de España y el gol fue el culmen de ello. Impresionante su visión. Siempre se me pondrán los pelos de punta con él.

Recordemos ahora una emulación. Dicha emulación tan sólo la puede realizar un superclase de la talla de Messi. El argentino, que está empeñado en superar a todo un ídolo de fútbol argentino como Maradona, se sacó esta tremenda jugada contra el Getafe emulando el gol de Maradona que copa esta lista de goles míticos. Simplemente espectacular.

Imposible olvidar esta enorme chilena de otro crack del fútbol, Rooney, frente al Manchester City. Tras el centro de Nani, el delantero inglés se eleva, se coloca en el aire y sitúa el balón en la misma escuadra. Pura belleza.

Y no podría faltar por aquí Cristiano Ronaldo. El portugués, otro superclase del fútbol, nos ha deleitado con tremendos goles desde geniales tiros de falta, o tras impresionantes jugadas y también con otra especialidad del portugués, los remates de cabeza. Imposible olvidar el que le hizo al Barça en la final de la Copa del Rey que dio el título a los madridistas.

 

 

 

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