El Bayern de Munich dio anoche la estocada final a un equipo, el Barça, que ha ido de más a menos en esta temporada y ha terminado pagándolo caro. Los alemanes, tanto en el partido de ida como en el de vuelta han sacado a relucir las carencias de un Fútbol Club Barcelona que necesita urgentemente un cambio de mentalidad y una reestructuración del equipo para poder retomar la senda de aquel equipo que marcó una época en el mundo futbolístico.
En esta fase final de la Champions League, el Barça ya tuvo dos avisos, tanto en octavos de final, como en cuartos. El primero ante el A.C Milán y el segundo contra el PSG. Ambos sustos pudo resolverlos finalmente en el partido de vuelta para alegría y tranquilidad de los culés y poder meterse así en las semifinales de la competición. Y en este último peldaño para llegar a la final le tocó el Bayern de Munich. Un equipo que ha terminado sacando los colores tanto al conjunto como a la afición culé tras dejar en evidencia que este Barça no carbura, está falto de ideas, está desmotivado y todo esto lleva a una falta de concentración enorme en los partidos.
Todas estas carencias, inusuales en el Barça de hace poco tiempo, salieron a relucir ya en el partido de ida. El Bayern de Munich dominó el partido de cabo a rabo. El Barça tenía la posesión, sí, pero la energía, la intensidad, el punch, las ganas de victoria las ponía el Bayern de Munich. El equipo alemán no dejó respirar al Barça en el partido de ida. Sacando a relucir su poderío físico y su velocidad en la transición del esférico dominaron a los culés como si de un partido entre hermanos mayores contra hermanos pequeños se tratara. El Barça bailaba así al antojo de los alemanes, sin poder enlazar esas jugadas que son la base y el sustento de su fútbol. Y es que, el agotamiento físico que lleva la plantilla es más que notable. Este impedía al Barça realizar la acción defensiva con cobertura de varios jugadores, a diferencia de un Bayern en el que hasta los delanteros y mediapuntas bajan a ayudar, y este agotamiento también impedía la movilidad de los jugadores culés para enlazar esas famosas triangulaciones, que en su momento, dejaban KO al rival. El tema de tener una plantilla corta para una temporada tan larga aspirando a tantas competiciones, es para pensárselo y mucho.
Junto a este agotamiento físico existió otro problema tal vez mayor. Durante el partido no hubo ninguna aparición estelar de Messi, un jugador que estaba al 50% jugando un partido de tal entidad. El Barça sufre una messidependencia muy acusada y es otro mal que tiene el conjunto. Esta messidependencia se ha ido haciendo cada vez más aguda y ahora no hay quien la cure. Cuando Leo no está, el Barça cae condenado desde un inicio. Para más inri, un jugador de la talla de Jordi Alba, un pedazo de lateral izquierdo pero con un carácter más típico de un niñato que de un jugador profesional, se autoexpulsaba para el partido de vuelta en el Camp Nou demostrando falta de carácter deportivo y no estar en consonancia con los valores que supuéstamente inculca el Barça. El resultado de todo este conjunto de problemas lo reflejó el marcador. Un sonrojante 4-0.
En el partido de vuelta que se disputó anoche en el Camp Nou se intuyó un atisbo de lo que fue el Barça en el pasado. En la primera mitad el equipo blaugrana intentaba crear sus jugadas, tuvo más toque y llegaba con claridad arriba, pero le faltaba puntería y crear ocasiones de cierto peligro de cara al gol. La ausencia de Messi, que empezó desde el banquillo, hacía presagiar que las jugadas de verdadero peligro del Barça no iban a aparecer en todo el partido. Y así fue. Por su parte el Bayern dejó ir reposando el partido para en la segunda mitad terminar rematándolo gracias a una genialidad de Robben (que pensarán ahora por Madrid tras dejarle marchar), a la ayuda de Piqué con su autogol y finalmente gracias al que siempre está y aparece y es una referencia en el fútbol del club alemán, Müller, que era el que ponía la guinda al partido, dulce para los alemanes y picante, ardiente e incluso ulcerosa para los culés y el Barça.
Así, el Bayern de Munich, en esta eliminatoria destapó al Barça, lo dejó completamente desnudo, para que tanto el cuerpo técnico del equipo como la afición culé pudieran ver los problemas acuciantes que tiene ahora mismo el equipo. Unos problemas que se condensan también ante la poca innovación técnica y ante la falta de reacción de la dupla Tito-Roura.
Ahora, se abre así una nueva etapa en el Barça, una etapa necesaria de reflexión, de autocrítica y de renovación. El Barça ya tiene La Liga ganada. No tiene que centrarse en ninguna otra competición y el verano está próximo. Es tiempo de comenzar a planificar la siguiente temporada desde ya. Renovar parte de la plantilla y proyectar su imagen hacia la próxima temporada. Ver como solucionar los problemas y fallos de esta temporada y dar la vuelta a la situación. Muchas piezas clave las tiene dentro de la plantilla, sólo falta engrasarlas y situarlas en el mejor sitio para que la maquina carbure. Otras, deberán salir del equipo. El problema es qué rentabilidad podrá sacar a estas piezas. Y por mi mente aparece el caso de Alexis, que se ha devaluado enormemente como el mismo David Villa, que ya suena como intercambio con el Inter de Milán. Ambos no han contado mucho para Tito y dudo que tras esa poca actividad con el equipo cualquier conjunto pague una millonada por ellos. Todo se andará.
El Barça ha llegado así a su fin de ciclo, sellado por el Bayern de Munich. Y es que el fútbol nunca descansa, no duerme y siempre está en continua evolución, la clave está en adaptarse a él y a sus nuevos tiempos. Ese reto es el que se le pone delante al Barça.
Primero de todo, ¿Fin de ciclo? Me parece que no tienes ni idea de ciclos, de que es un ciclo y cuanto dura.
El Futbol Club Barcelona esta en una epoca dorada, un fin de ciclo significa no ganar nada, y me gustaria que me recordaras que ha ganado como tu bien dices (poco real que dices) ha ganado la Liga. Una liga que segun seguramente tu entrenador, es la mejor competicion.
En fin, no voy a decir nada más porque me caliento rapido. Muchos pagarian cada año por llegar a semis de copa, de champions y ganar una liga.
Nada, que vaya bien vuestro fin de ciclo.
Seguramente íbamos a meternos en un debate bastante absurdo porque tú tienes tu idea y yo tengo la mía respecto a esta cuestión. Si considero a esto un fin de época en el juego del Barça. Fue Guardiola quien inició en esa época y creo que ha quedado claro que fue la marcha de Guardiola quien puso final a esa época y al ciclo que el inició. Con Tito el equipo juega de otra manera, tiene otra táctica diferente y el juego del Barça no es tan vistoso como el de años anteriores. Un fin de época, un fin de ciclo, no tiene porque ser nada negativo. El problema es pensar que un fin de ciclo si lo sea. No he querido meter una connotación negativa cuando hablaba de fin de ciclo. Saludos.