Un partido muy raro el de anoche en Bari. Se enfrentaban los dos últimos campeones del Mundo, en un partido que fue todo menos amistoso, entre Italia y España, con victoria de los locales por 2-1. Injusto durante las dos primeras partes, vamos a destacar lo que pasó: debutantes, lesiones, polémica… Fútbol.

Empezó ya rara la cosa, aunque no por ello menos gratificante, el público asistente en San Nicola ovacionó al combinado español durante el himno. El partido empezaba intenso, sobre todo por parte de los transalpinos, que presionaban desde la primera jugada y muy arriba, imprimiendo un ritmo acelerado que no le vino nada bien a España.

De hecho, España no tuvo nada que hacer en toda la primera parte, Italia llegaba con peligro, y hasta estrellaron un balón en el palo en el minuto 4, obra de Criscito, muy bien a lo largo de todo el partido. No tardaría en llegar el primer gol, de Montolivo, en el minuto 12, tras un grandísimo pase de Criscito, que pilló descolocado a Piqué.

También llegaba la primera lesión: Torres, sufría una conmoción cerebral y tuvo que abandonar el campo, entrando Llorente en sustitución por el del Chelsea. No sería el último, también Piqué tuvo que irse por un problema en los isquiotibiales, sustituyéndole Busquets.

El partido siguió por ahí, hasta que en el minuto 36, Xabi Alonso empataba el partido de penalti. Que por cierto, es muy discutible, tanto que diría que no era falta la acción de Chiellini sobre Llorente. Y así se llegaba al descanso, no sin antes unos sustos obra de Cassano. Muy injusto para Italia.

La segunda parte, cambiaba por completo de guión. Entraban muchos cambios: Thiago (buen debut), Villa, Valdés; posteriormente, entrarían Mata y unos cuantos italianos. Los que no se fueron del campo en ningún momento fueron los 3 jugadores de campo del Real Madrid que iniciaron el partido (Xabi Alonso, Arbeloa y Albiol), en una decisión de Del Bosque que traerá polémica, ya que ningún jugador del Barça superó los 45 minutos (excepto Busquets, por la lesión de Piqué), y Pedro ni siquiera llegó a jugar…

Lo que de verdad cambió el partido fue la conexión entre Villa y Silva. El canario estuvo de dulce. España estaba pasando por su mejor momento, y siguió así hasta que en el minuto 83, Albiol desviaba accidentalmente un tiro de Aquilani y Victor Valdés no pudo hacer nada para evitar que subiera el gol al marcador. Injusto para España.

Y así acabó un partido que encendió en los minutos finales por el polémico Balotelli que se las tuvo con Sergio Busquets a lo tonto. Y hasta aquí duró la batalla de campeones del Mundo. Fútbol es fútbol que diría Boskov.